El hombre moderno de la gran ciudad, intoxicado por la televisión y con los oídos perforados por la publicidad, sonríe con aires de suficiencia, si se le habla de espíritus y objetos danzantes.
Sin embargo, continúan existiendo lugares, donde las manifestaciones sobrenaturales están presentes.
Sabemos, que muchos casos son provocados inconscientemente por adolescentes con una gran carga emocional, pero también hay casos en los que los fenómenos se desencadenan espontáneamente para cesar de la misma forma. ¿Duendes? ¿Espíritus? ¿Demonios? o las fuerzas del universo que en algún momento determinado se confunden y reaccionan creando en nuestras mentes el desconcierto, el miedo, la ofuscación.
Desde el campo ocultista
La concepción del hombre, incluye una gama de entes, cada uno más elevado que el precedente. 1 cuerpo somático junto con el doble eterice este último energético. Aquel es material. 2 El cuerpo astral, que es la base de nuestras pasiones. 3 El cuerpo mental, generador del pensamiento. 4 El cuerpo espiritual (alma) causa sutil y no destructible. 5 El cuerpo búdico, solo desarrollado por seres superiores.
El universo esta constituido por siete planos, íntimamente vinculados. El físico, sensible a nuestro cuerpo somático. El astral en el que residen las envolturas astrales de los fallecidos que abandonaron esos residuos llamados kamarupas, y tarde o temprano se disolverán en el todo desapareciendo como entidades, sino otros seres los elementales, malévolos, groseros, en los que toda su esencia es pasional de orden inferior.
Este plano es el que nos ocupa en algunos casos de poltergeist, los elementos kamarupas de estos seres inferiores, son los responsables de esas puertas que se golpean, esos muebles que se desplazan por la habitación o esos vasos que explotan en el aire después de levitar
Emotivas, vengativas, y conscientes de su propia destrucción, estas concentraciones de energía pasional, se revuelven contra los seres y objetos físicos, antes de disolverse en el plano astral.
Marina Otero
este articulo es bueno. muy esoterico
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